¿El culpable?


Sábado 14.00 hs. Hace un rato Pachorra acaba de perder en la primera fecha de la Zona Campeonato y todavía sienten los jugadores el sabor amargo que le dejó un partido en el que mereció tener una suerte diferente.

Girona mira constantemente su celular. Lo inquieta la hora, quiere irse. Con las palpitaciones disminuyendo, el equipo se había dirigido al barrio de Villa Urquiza para almorzar en lo que terminó siendo una auténtica parrilla de barrio. La idea era compartir entre todos un momento fuera del partido y hablar acerca de las cuestiones del equipo. Es ahí, esperando a que lleguen todos, cuando nos propusimos tener una entrevista con Gustavo Girona, el Bocha, el número 3, acerca del partido que recién había disputado. Cabe aclarar que la idea no fue de su total agrado, sobre todo teniendo en cuenta que lo entrevistaría una persona sin pelos en la lengua.

-Bocha, ¿estás apurado?
-No, no… miro la hora nomás. Es que mas tarde tengo que jugar con LBC (para los lectores, LBC es un equipito de la B de EDEBA que llama al N° 3 pachorrero cuando les falta gente).

-Ahh… ¿por eso no pusiste la patita hoy?
Noooo, eso nunca… jajaja.

-Bueno Bocha, decime, ¿qué sentís luego de un partido que el equipo perdió en gran parte por responsabilidad tuya?
No… no creo que haya sido culpa mía... el equipo jugó mal.

-Por supuesto que no se jugó bien, no dije que era toda tu responsabilidad, pero ¿qué grado de responsabilidad creés que tenés en los primeros dos goles?
Ehh… no sé, ninguna.

-¿Ninguna? ¿No creés que arriesgaste innecesariamente la pelota cuando el equipo estaba atacando y tenías pase seguro atrás? ¿Qué encima quisiste hacerte el habilidoso siendo el último que había quedado, perdiste el balón y tuviste que hacer falta en una zona comprometida?
Eh… bueno… puede ser. Bah, no me acuerdo del primer gol.

A esta altura no quedaba ningún rasgo de convicción en sus palabras. Por su frente corría una fría gota de transpiración pese a la baja temperatura que había y a que estábamos afuera.

-¿Y en el segundo? Ya le habíamos sacado la pelota, ¿por qué la falta tan violenta y cerca del arco?
Bueno, llegué tarde…

Por lo pronto, Girona comenzaba a mirar para todos lados esperando que llegue la gente y termine la entrevista.

-¿Qué pensás de que cuando íbamos ganando tranquilos y sin sobresaltos nos dieron vuelta el partido por dos faltas innecesarias tuyas?
No sé, no me acuerdo bien…

La gente arribó al encuentro y así concluyó el breve reportaje. Durante la reunión se notaba a Girona intranquilo, como alguien a quien están esperando en otro lugar. Pese a eso, el encuentro sirvió para debatir y recalcar tanto lo bueno como lo malo, además de alimentar el clima de respeto y camaradería que hay en el equipo. Al concluir la reunión, algunos se fueron juntos, otros no. Girona salió rápido, apenas si logró despedirse de los presentes. No faltó quien le preguntó a los gritos mientras se alejaba...

-¿A dónde vas tan apurado?

Bocha no contestó, pero en ese mismo instante retumbaron las palabras que hacía un rato había dicho. En ese momento se entendió todo: "Más tarde tengo que jugar con LBC".