Liverpo... rrazo

Pachorra buscó, lo intentó y hasta jugó mejor, pero cayó 3-2 ante un Liverpol que defendió bien, apostó a la velocidad de sus delanteros y se aprovechó de desconcentraciones, fallas en la definición y un sinsentido de cuestiones extrafutbolísticas. Un duro golpe.

El color verde, en distintas de sus tonalidades, que se viene repitiendo seguido en los rivales fecha tras fecha (Parque Thays, Fortezze y, ahora, Liverpol) parece de a poco querer impregnarse cerca del azul, el rojo y el amarillo de la camiseta blanca (o negra) de Pachorra Smaldone. El Tricolor anda descolorido, no tanto en el juego, porque ante Liverpol tal vez se mereció otro final, se dominó gran parte del encuentro y se perdió por no saber rematarlo cuando se tuvo la oportunidad.

Pachorra está verde como equipo. Talento individual hay, calidad humana sobra y, si alguna de éstas no se hace presente, son suplidas por la entrega y el sacrificio. Pero como equipo falta madurar, hace rato ya, y la muestra más clara es este último partido. Las discusiones, los reproches, la falta de tolerancia, el insulto y aquello que se vivió en un caldeado entretiempo jugó claramente en contra ante un rival que se vio superado en todas sus líneas, pero que encontró el triunfo apostando a la velocidad, el oportunismo y la desconcentración que generó una mañana poco productiva en este sentido.

Porque en cuanto a juego, se intentó siempre. Se buscó, se remontó el resultado y se llegó una y otra vez. Pero no hubo manera. Y podrían apelarse a todos los lugares comunes posibles, que los goles que no se convierten en un arco, se sufren en el propio; que se hacen y no se merecen; que faltó la dósis de suerte necesaria a veces; que el rival se replegó atrás y jugó de contraataque; en fin, un cúmulo de excusas poco válidas a la hora de encontrar las razones del porqué se perdió el partido. Se falló en la definición, se jugó nervioso e impreciso y se pagó carísimo.

Se viene Baldoseros, en cuya camiseta predomina, precisamente, el color verde...


Síntesis del partido

Pachorra Smaldone: Carlos Báez; Gustavo Girona, Ignacio Mango y Cristian Villarroel; Juan Pablo Vietri, Cristian Seguí y Martín Casas; Nicolás D'Ana.
DT: Carlos Casas.
Ingresó: Andrés Echeverría.
Goles: Nicolás D'Ana y Andrés Echeverría.
Parcial: 1-1.
Progresión: 0-1; 1-1; 2-1; 2-2; 2-3.
Cancha: Muni.
Árbitro: Orozco -no lo conozco- (6, bien, sin complicaciones, aunque dirigió de muy lejos y le faltó comunicación en sus sanciones).
Amonestado: Gustavo Girona.
Expulsados: no hubo.



UNO X UNO --- Promedio 5,83

ANDRÉS ECHEVERRÍA (7): entró en el segundo tiempo, se plantó en el mediocampo y estuvo impasable. Marcó, atento y, además, convirtió un gol de gran categoría.

Juan Pablo Vietri (6,5): otra vez de lo mejor del equipo, sobre todo a la hora de generar juego y llevar peligro. Tuvo la pelota, se mostró y encaró siempre para adelante.

Cristian Seguí (6): correcto en el medio, con recuperación y toque. Gestó el primer gol a través de una de sus típicas patriadas a puro empuje. Tendría más calificación si aprendiera a controlar su temperamento y aceptar que, en algunas situaciones, puede no estar en lo cierto.

Carlos Báez (5,5): bien en el mano a mano y atento para ordenar la defensa. Tal vez descuidó un poco su palo en dos de los tres goles contrarios, aunque es verdad que fueron dos disparos rasantes y esquinados.

Martín Casas (5,5): cancha mojada y rápida, no fue su mejor día con la pelota en su poder. No gravitó, si bien lo intentó.

Nicolás D'Ana (5,5): con el 2-1 parcial, el partido reclamaba goles para cerrarlo, pero dispuso de varias chances y definió mal.

Gustavo Girona (5,5): fue salida permanente, encaró y recuperó en defensa, pero sin tanta trascendencia y a destiempo, cosa que le valió una amarilla.

Ignacio Mango (5,5): bien de arriba y seguro con los pies, se desordenó a veces y no mostró firmeza en la marca. Producto de una mala caída, sufrió un pequeño desgarro en el isquiotibial izquierdo que lo marginará, al menos, una semana.

Cristian Villarroel (5,5): limpio en la marca, pero se descuidó y por su sector llegaron dos goles.



LO POSITIVO

  • A pesar de la derrota, se vieron pasajes de buen juego.
  • No se renunció a la idea de salir jugando y de hacer circular la pelota por el piso. Hubieron toques y buenos pases.
  • Más allá del marcador final, actitud para salir a buscar el partido desde el minuto inicial.


LO NEGATIVO

  • Falta de contundencia en la definición.
  • No se supo -o no se pudo- plasmar en el resultado los momentos de superioridad.
  • Un equipo se cimenta sobre la base de cuatro sólidas estructuras: el talento individual, el apoyo entre todos, el respeto mutuo y la confianza en el otro. Si alguna de ellas cede, el desmoronamiento, y posterior colapso, es solo una cuestión de tiempo.



ESTADÍSTICAS

  • Andrés Echeverría convirtió un gol tras nueve meses. Su última -y única- conquista con la camiseta de Pachorra había sido frente a Rossonero por la Etapa Clasificatoria en diciembre pasado (4-1).
  • Nico D'Ana marcó por séptimo partido consecutivo.
  • Gustavo Girona recibió su décima tarjeta amarilla.
  • Sumando Amistosos y Torneos Oficiales, de un total de 17 derrotas, fue la sexta por solo un gol de diferencia.
  • Fue el tercer partido en el Historial que se empieza perdiendo, se da vuelta el resultado, pero se termina con derrota. Los anteriores fueron ante FC Madera (2-5, Amistoso) y Teniente Dan (2-4 por el Torneo de Verano)