A mediados de 1990, muchos de nosotros teníamos una edad promedio de diez años, algunos más, otros menos. Una fría mañana de junio, seguramente mientras nos preparábamos para ir al colegio, la Selección Argentina hacía su presentación en el Mundial de Italia ante el ignoto Camerún: de un lado el campeón cuatro años antes, del otro una incógnita. El resultado de ese partido es conocido por todos.
Aquel equipo africano, de jugadores excéntricos como su arquero de pantalones largos, el volante creativo de frondosa cabellera enrulada o el delantero capaz de elevarse más de dos metros en el aire, se hizo querido y respetado gracias a un fútbol desfachatado y libre de presiones. Fue protagonista hasta el último instante y cayó ajustadamente en cuartos de final ante Inglaterra, dejando la vida en la cancha, asumiento con actitud y compromiso, tal vez, un fútbol limitado. El esfuerzo y la dedicación le valieron el reconocimiento de todo un estadio, que los despidió ovacionándolos de pie.
Este viernes, también un campeón y un equipo que está haciendo sus primeras armas se verán las caras: Parque Chacabuco vs. Pachorra Smaldone. Para todos nosotros, integrantes de este humilde equipo, que ha demostrado que se agranda en las difìciles y que supo responder cuando se lo necesitó, será un honor salir a la cancha y jugar este partido más allá del resultado final. Este equipo que creció de golpe y a los golpes y que en su primera participación oficial es octavo finalista de la Copa de Oro Torneo de Verano Edeba 2008, sabe lo que tiene que hacer dentro del campo de juego, no olvidarse de sus raíces, disfrutar y divertirse, sin presiones.
Aquella mañana de junio se escribió una página de la historia. Este viernes arranca otra. Parecidas, pero a la ves distintas. Historias que, esperemos, tengan el mismo final.
Suerte para todos!
Aquel equipo africano, de jugadores excéntricos como su arquero de pantalones largos, el volante creativo de frondosa cabellera enrulada o el delantero capaz de elevarse más de dos metros en el aire, se hizo querido y respetado gracias a un fútbol desfachatado y libre de presiones. Fue protagonista hasta el último instante y cayó ajustadamente en cuartos de final ante Inglaterra, dejando la vida en la cancha, asumiento con actitud y compromiso, tal vez, un fútbol limitado. El esfuerzo y la dedicación le valieron el reconocimiento de todo un estadio, que los despidió ovacionándolos de pie.
Este viernes, también un campeón y un equipo que está haciendo sus primeras armas se verán las caras: Parque Chacabuco vs. Pachorra Smaldone. Para todos nosotros, integrantes de este humilde equipo, que ha demostrado que se agranda en las difìciles y que supo responder cuando se lo necesitó, será un honor salir a la cancha y jugar este partido más allá del resultado final. Este equipo que creció de golpe y a los golpes y que en su primera participación oficial es octavo finalista de la Copa de Oro Torneo de Verano Edeba 2008, sabe lo que tiene que hacer dentro del campo de juego, no olvidarse de sus raíces, disfrutar y divertirse, sin presiones.
Aquella mañana de junio se escribió una página de la historia. Este viernes arranca otra. Parecidas, pero a la ves distintas. Historias que, esperemos, tengan el mismo final.
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